LA LEYENDA DEL CRISTO NEGRO DE LA CIUDAD DE CÁCERES
El Cristo Negro, que es como se conoce popularmente al Santo Crucifijo de Santa María de Jesús procesiona la noche del Miércoles al Jueves Santo en una de las liturgias más austeras, medievales y sobrecogedoras que se puedan contemplar. El paso únicamente recorre las calles de la Ciudad Monumental Cacereña, sin haber salido jamás de sus límites y sin poder hacerlo según sus estatutos.
Las leyendas cuentan que Tocar el cristo negro sin fe, supone la muerte en el acto, mirarle a los ojos sin previamente orar o estar pecado suponía quedarse ciego además de tocarle sin previamente haber rezado un Padre Nuestro.
Por ello todos los hermanos de la hermandan portan guantes negros. Estas leyendas se cree que se crean a partir del miedo que se tenía a la peste, puesto que la procesión se sacaba en épocas de epidemias o por que fue testigo de ejecuciones y esto era lo último que se mostraba a una persona antes de morir.
También es muy conocido el caso de personas que se han mofado de la imagen y han sufrido castigos y desgracias muy dolorosas.
Tras los distintos conflictos bélicos que han asolado la ciudad de Cáceres la imagen ha permanecido siempre expuesta sin que nada ni nadie la haya hecho peligrar en ningún momento.De hecho se cuenta que durante la Guerra Civil cayeron varias bombas en la Plaza de Santa María, donde está la Capilla del Cristo Negro, murieron o viéndose afectadas por la explosión bastantes personas fuera y dentro del Templo, a excepción de aquellas que le estaban rezando en su Capilla.
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